sábado, 27 de noviembre de 2010

ANDRÓMEDA

En la mitología griega, Andrómeda (en griego antiguo νδρομέδα, ‘gobernante de los hombres’) era hija de los reyes etíopes Cefeo y Casiopea. Su madre estaba tan orgullosa de su belleza y la de su hija que presumió de ser aún más bella que las Nereidas (hijas del mar). Ésto provocó la furia de Poseidón, dios del mar, que los amenazó con inundar la Tierra y enviar al monstruo marino Ceto para que acabase con los hombres y el ganado. Cefeo sabía, por el oráculo de Amón, cual era la única solución: casar a su hija con el monstruo. Para ello, la dejó únicamente vestida con unas joyas y encadenada a una roca.
Pero Perseo, tras matar a Medusa, vio a Andrómeda encadenada y se enamoró perdidamente de ella. Entonces, bajó hasta la playa para hablar con Cefeo y Casiopea para pedir la mano de la joven a cambio de acabar con el monstruo. Los reyes, a regañadientes, aceptaron y Perseo, con la cabeza de Medusa (que convertía en piedra a aquel que la mirara), acabó con Ceto y lo convirtió en un coral. La unión se efectuó; mas como la joven estaba prometida a Fineo, el día de las bodas se entabló terrible lucha entre Perseo y Fineo, pereciendo este último junto con todos sus aliados, otra vez gracias a la cabeza de Medusa.
El matrimonio se trasladó a Tirinto (Argos) y tuvieron una hija -Gorgófene- y seis hijos, conocidos cómo los Perseides: Perses, Alceo, Méstor, Heleo, Electrión y Esténelo. Sus descendientes gobernaron Micenas desde Electrión hasta Euristeo -de quién obtuvo la corona Atreo-, pasando por el mismísimo Heracles. Según esta mitología, además, Perseo es el ancestro de los persas.
Cuando Andrómeda murió, la diosa Atenea la situó entre las constelaciones del cielo del norte, cerca de su marido y su madre. Es representada en el cielo del hemisferio norte por la constelación Andrómeda, que contiene la galaxia de Andrómeda.
Sófocles y Eurípides escribieron varias tragedias a partir de la historia y sus incidentes fueron representados en numerosas obras de artes antiguas.
 
 

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