jueves, 2 de junio de 2011

LA MUJER LIBRE EN ROMA

Infancia y adolescencia


En la Roma antigua, la educación de la mujer era prudentemente liberal. De pequeños, los niños y las niñas se criaban juntos. Al finalizar la primaria, aquellas niñas que pertenecían a familias adineradas continuaban instruyéndose privadamente en el conocimiento de la literatura latina y griega; en el ámbito del arte, se les enseñaba a tocar la lira, a bailar y a cantar.


En Roma se impartían tres tipos de enseñanza, la elemental, la media y la superior.
·         Enseñanza elemental
La educación primaria estaba destinada a los niños de 7 a 11 años y era impartida por el magister. Se podía impartir en casa a cargo de un profesor particular, normalmente un esclavo griego, o se acudía a una escuela.
La jornada lectiva era de unas seis horas con un descanso a medio día, y un día festivo por cada nueve días de clase. Las clases empezaban el mes de marzo y constaban de vacaciones en verano, y durante las fiestas religiosas o conmemorativas.
Se aprendía a leer, escribir y contar. Todas estas enseñanzas se impartían mediante una disciplina muy severa. A contar se aprendía a través de los ábacos o de tableros con cuentas, para estudiar la geografía se utilizaban los mapas y, en cuanto a la lectura, se utilizaban pequeñas placas de mármol que reproducían pasajes homéricos.
Ésta era la única enseñanza mixta, es decir, que se podía impartir tanto a niños como a niñas en una misma clase, ya que a partir de esta etapa, si las niñas seguían estudiando, sería por separado de los niños.

·         Enseñanza media
La educación secundaria, era impartida por el gramaticus, a quien acudían los niños de 12 a 16 años, generalmente de familias adineradas. El gramaticus cobraba cuatro veces más que un  magister.
Se estudiaban los clásicos, griegos y latinos, y la gramática. Se daba mucha importancia a la lectura y dentro de ésta a la comprensión lectora. También se  enseñaba geografía, métrica, mitología, física..., disciplinas técnicas o científicas.
·         Enseñanza superior
Esta educación estaba destinada a los jóvenes de 17 a 20 años que querían dedicarse a la oratoria o a la política. Las clases eran impartidas por el rhetor, que cobraba cuatro veces más que el gramaticus.
Los alumnos aprendían las reglas de la retórica, filosofía y de la oratoria. los ejercicios eran escritos y orales y se basaban principalmente en elaborar discursos de los diferentes temas tratados.

Aunque la mujer pudiera obtener una enseñanza que no se basara en el ámbito doméstico, las niñas raramente asistían a la escuela media y nunca a la superior, por lo que no tenían las mismas oportunidades que los hombres en la vida futura.


La mujer adulta






El papel de la mujer era más importante en Roma que en Grecia, ya que la mujer romana estaba más involucrada en la vida de su marido, viéndose obligada a entender de política, actos públicos, etc. Además de esto, se encargaba de las tareas domésticas, de la educación de los hijos y del gobierno de la casa. Dentro de casa, no pasaba la mayor parte del tiempo en sus habitaciones, a diferencia de la figura femenina en otras culturas, sino que tomaba parte en las comidas y recepciones.

El matrimonio consistía en una especie de venta, en la que el marido tocaba una balanza con una moneda de cobre que seguidamente ofrecía a los padres de la prometida como símbolo del precio que pagaba por ella, lo cual es una práctica bastante machista por su parte.



Durante la República, el divorcio comenzó a ser cada vez más frecuente. Al principio eran muy escasos, y era únicamente el marido el que podía repudiar a su mujer devolviendo la dote a la familia de ésta. Pero, a medida que se fueron alterando las antiguas costumbres, la mujer fue adquiriendo el derecho primero de separarse y más tarde del divorcio.
Esto estaba mal visto por muchos hombres romanos, como Séneca, quien lo criticaba duramente, exponiendo la teoría de que para lo único que se divorciaban las mujeres era para volverse a casar y para lo único que se casaban era para divorciarse de nuevo, otro pensamiento bastante machista, ya que, ¿por qué eran tan criticadas las mujeres cada vez que se les concedía una libertad?, ¿tal vez por miedo a que usurparan el poder masculino?

Con el paso del tiempo, el paterfamilias fue perdiendo poder, tanto sobre sus hijos (a los que ya no podía vender como esclavos ni matar) como sobre su cónyuge. De hecho, la autoridad absoluta del marido sobre su esposa se había desvanecido. Las mujeres romanas patricias disfrutaban de una amplia libertad e independencia, asistiendo a las carreras, al teatro y a espectáculos del anfiteatro (aunque en los dos últimos lugares se les obligaba a sentarse en secciones para mujeres).
Así, podríamos deducir que la mujer romana, aunque carecía de muchos derechos y libertades de los que sí disponía el hombre, tenía una gran influencia en la sociedad. Es más algunas mujeres romanas han sido importantes figuras en el gobierno romano, aunque de forma indirecta, como es el caso de Livia, la esposa de Augusto, o de Agripina, la madre de Nerón.

Opinión personal


Desde mi punto de vista, el papel de la mujer en Roma (en comparación con otras culturas antiguas) no era demasiado machista, a pesar de que el machismo no debería existir siquiera (ni en la antigüedad ni actualmente). Quiero decir, ¿por qué era considerado un privilegio el hecho de que la mujer pudiera participar en el gobierno o pudiera salir de su propia casa sin dar cuenta a nadie, cuando el hombre hacía esto todos los días como lo más normal del mundo? Pero bueno, creo que tanto en la antigua Roma, como ahora, las mujeres hemos sido fuertes y hemos sabido sobrevivir y reivindicar poco a poco nuestros derechos.
Una de las razones por las que tal vez los romanos no aceptaban muchos de los derechos que se les debía conceder a las mujeres, podría deberse a Cleopatra, la poderosa faraona egipcia que consiguió conquistar a dos de los romanos más influyentes de la historia: Julio César y Marco Antonio. De hecho, Cleopatra es retratada como un personaje infernal según muchos filósofos y escritores romanos, pero, ¿a qué se debía toda esta crítica? En mi opinión, tanto los romanos, como todos los hombres machistas, temen que la mujer pueda llegar a tener el mismo poder que ellos, y, concretando en Cleopatra de nuevo, ¿qué mejor ejemplo que ella para representar a una figura femenina que ha logrado obtener la libertad y tener más poder que muchos hombres durante la historia?


En conclusión, a pesar de que en otras civilizaciones como la griega la mujer fuera un mero instrumento para criar a los hijos y realizar las labores domésticas, eso no significa que la mujer romana fuera libre, como hemos podido ver por ejemplo en la educación que se les impartía a las niñas (que nunca solían terminar los estudios, y no por falta de capacidad), o el símbolo de la balanza y la moneda que tenía lugar en el matrimonio. Pero sí podría suponer una señal de modernización de los romanos con respecto a los griegos, basándonos en que los romanos intentaban coger lo mejor de cada cultura e incorporarlo a la suya mejorándolo, y no sólo en las construcciones sino también en la sociedad.
Fuentes
http://es.wikipedia.org/wiki/Costumbres_de_la_Antigua_Roma (la educación femenina en Roma)
http://www.tarraconensis.com/colegio.html (tipos de educación en la antigua Roma)
http://recursos.cnice.mec.es/latingriego/Palladium/2_publico/espb161ca7.php (educación de las niñas romanas en la antigüedad)
http://www.portalplanetasedna.com.ar/roma9.htm (la mujer adulta en Roma)
http://es.wikipedia.org/wiki/Costumbres_de_la_Antigua_Roma#La_mujer (la mujer libre)
http://es.wikipedia.org/wiki/Costumbres_de_la_Antigua_Roma#El_divorcio (el divorcio en la antigua Roma)

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